sábado, 24 de agosto de 2013

INTELIGENCIA ESPIRITUAL Y EDUCACIÓN HOLISTA

FUNDACION INTERNACIONAL PARA LA EDUCACIÓN HOLISTA
Doctorado En Educación Holista

INTELIGENCIA ESPIRITUAL Y EDUCACIÓN HOLISTA
Wenceslao Ayala Haros, Guadalajara, 2010


 INTRODUCCIÓN
En este ensayo se habla de la trascendencia de la inteligencia espiritual en la educación, siendo hoy por hoy el paradigma de la Educación Holista donde se ha considerado a este tipo de inteligencia como parte central dentro de toda experiencia educativa. Se alude también a buda como creador de este concepto y de cómo es posible desarrollarse. Se dan ejemplos de inteligencias espirituales brillantes, como es el caso de políticos integrales,  y por último, se hace una reflexión acerca de la trascendencia que tiene el uso o desuso de esta inteligencia como único camino hacia la espiritualidad.

 INTELIGENCIA
Según los estudios acerca de la inteligencia, en distintos tiempos, principalmente son los siguientes: Alfred Binet trabaja acerca de la inteligencia racional; Howard Gardner aporta su teoría de las inteligencias múltiples; Daniel Goleman habla de la importancia de la inteligencia emocional; por último, hay otra visión que puede verse como la más vieja, pero muy actual a la vez, que  las integra y trasciende a todas, y se maneja como inteligencia espiritual. Según Ramón Gallegos (2003), el primer nivel  de inteligencia está basado en nuestros instintos; el segundo nivel es la inteligencia intelectual, basada en nuestra capacidad de razonamiento, y el tercer nivel es la inteligencia espiritual, basada en la sabiduría. Considerando estos tipos de inteligencia, podemos contar, hasta ahora, tres estadios de inteligencia: inteligencia emocional; acerca del sentir; inteligencia intelectual, acerca del pensar; e inteligencia espiritual, acerca del ser (Ramón Gallegos, 2006). Existe una correspondencia entre los tipos de inteligencia y los tres ojos de conocimiento (Wilber, ); a los niveles de inteligencia emocional e intelectual corresponde el ojo de la mente, mientras que la inteligencia espiritual opera con el ojo de la contemplación; es transracional, puesto que va más allá de la razón.  Al reexaminar el concepto de inteligencia podemos reconocer tres grandes momentos: El primer momento es el de la visión uniforme de la inteligencia que surge a principios del siglo XX; el segundo momento es el de la teoría de las inteligencias múltiples, en los últimos 20 años del siglo pasado; y el tercer momento es el de la inteligencia  espiritual. Desde la nueva visión de la inteligencia espiritual, la teoría de las inteligencias múltiples no es suficiente para lograr una visión integral, ya que se basan en lo que Ken Wilber ha llamado el ojo de la carne y el ojo de la mente, pero no llegan a utilizar el ojo del espíritu, es decir se trata de capacidades mentales y sensoriales pero no de capacidades espirituales.
A principios de siglo XX, Alfred Binet desarrolla el concepto de  inteligencia racional, el cual se caracteriza por una visión uniforme de la realidad. Bajo esta visión, generalmente, se  entiende por inteligencia la aplicación de las facultades lógico-matemáticas, dejando de lado otras áreas de las capacidades  humanas. Está en vigor la idea de que la  inteligencia puede ser medida a través de un test concebido como coeficiente intelectual (C I)  mediante el cual se puede dictaminar el nivel intelectual del individuo, y así decretar quién es inteligente y quién no lo es. Bajo esta mirada, existía la percepción de que se nacía inteligente o no, y nada podía cambiar ese hecho. Este concepto de inteligencia nació bajo la visión científica/industrial dominante en esa época; y sólo valora ciertos aspectos de la conciencia, sobre todo la racionalidad instrumental (Gallegos, 2003).
En los últimos veinte años del siglo XX,  aparecen los estudios de  Howard Gardner acerca de la inteligencia. Sus estudios argumentan que cada persona tiene, por lo menos, ocho tipos de inteligencia u ocho habilidades cognoscitivas. Sobre esta base su trabajo es conocido como la teoría de las inteligencias múltiples. En este  modelo, la inteligencia no es vista como algo unitario, sino que, es vista como un conjunto de inteligencias múltiples, distintas e independientes. Gardner reconoce que la brillantez académica no lo es todo. Establece que para desenvolverse óptimamente en la vida no basta con tener un gran expediente académico. Hay personas de gran capacidad intelectual pero incapaces de, por ejemplo, elegir correctamente a sus amigos; por el contrario, hay personas menos brillantes en el colegio que triunfan en el mundo de los negocios o en su vida personal. En cada campo se utiliza un tipo de inteligencia distinto. No requiere poseer una inteligencia ni mejor o peor, ni mayor o menor, pero sí distinta. No existe una persona más inteligente que otra; simplemente,  sus inteligencias pertenecen a campos diferentes. Al definir la inteligencia como una capacidad Gardner la convierte en una destreza que se puede desarrollar.

Partir del punto y regresar al punto; ese es el punto.
Hablar de un punto de partida es indispensable para ubicarnos en un origen, en un inicio, en un principio o comienzo de algo o de alguien. Hablar de una vida implica en primer lugar saber de dónde proviene (qué es lo que la produce). Los seres humanos, al nacer, echamos a andar el paso llevando como herramientas nuestros sentidos físicos, que se van desarrollando teniendo como campo de entrenamiento el propio mundo, físico también, en el que nos toca vivir. Distancias más, distancias menos, estos sentidos se van desarrollando en la medida que los ejercitamos, de manera que, podemos llegar a cierta destreza en el uso de los mismos, pero que no va más allá de habilidades desarrolladas únicamente en contextos objetivos. De esta manera, a tanto y tanto andar el camino por este mundo sensorial, se desarrolla  una tendencia a suponer que todo es objetivo, cosificándolo todo, a tal punto que entre más caminamos, más se arraiga esta idea. Entretenidos en el paisaje que aparece ante nuestros sentidos, llegamos a creer que todo se reduce a lo que vemos, oímos, olemos y sentimos, de modo que va siendo muy difícil percatarnos de nuestro verdadero origen. Puesto que no nacemos con este conocimiento, y a fuerza de usar solamente los sentidos es que se va desarrollando solamente la conciencia objetiva. Sin embargo, por encima de los sentidos  tenemos otro recurso para captar la realidad; contamos con nuestro aparato psíquico, que aunque mucho ayuda, no siempre es suficiente para trascender nuestra conciencia objetiva; sobre todo si está bajo una influencia educativa que se rige por un esquema predominantemente mecanicista y objetivista donde lo humano se restringe a lo material y a lo mecánico. Sin embargo, gracias a que nuestra cultura contiene otras aportaciones, nos hemos dado cuenta de que hay algo más allá de lo físico y de lo psíquico, de manera que podemos aspirar a reencontrarnos con nuestro verdadero origen (regresar al punto de partida), lo cual implica un proceso de evolución de la conciencia basado en el autoconocimiento para poder sobreponer, en primer lugar, la razón a los sentidos; y en segundo lugar, sobreponer la sabiduría al conocimiento que surge como producto de la pura racionalidad. Este campo de la cultura que trasciende lo científico es lo que se conoce como filosofía perenne, dentro de la cual se destacan las grandes aportaciones de quienes han trabajado con una visión integral del ser humano desde una dimensión tanto individual como universal, reconociendo de fondo la esencia de lo divino. Desde entonces, surge un concepto de inteligencia referido a la capacidad de ver  el mundo como un todo y de sentirse uno con el todo, con una visión de totalidad donde lo local y  lo universal son uno y lo mismo. A este tipo de inteligencia, buda lo llamó vipassana; más tarde también conocido como  bodichitta. Actualmente se utiliza el término inteligencia espiritual para referirse al mismo concepto.

INTELIGENCIA ESPIRITUAL
Según Ramón Gallegos  (2006), a principios de siglo XXI se está generando una corriente muy importante acerca de un nuevo tipo de inteligencia, identificada como inteligencia espiritual, la cual es necesaria para que ayude a clarificar un entendimiento verdaderamente  integral, y que ayude en el proceso de evolución de la conciencia.  La inteligencia espiritual es la más vieja y la más nueva al mismo tiempo; se trata de la capacidad para estar en armonía con la totalidad generando sentido para vivir. La inteligencia espiritual es una experiencia transpersonal, transracional, transconvencional; desligada de religiones, dogmas, mitos, y teologías (Gallegos, 2006), y sólo a través de este tipo de inteligencia es posible encontrarle sentido espiritual a la vida, individual y colectivamente, ya que nos da la capacidad para tener un sentido de totalidad y relacionarnos armónicamente con la realidad universal.
La inteligencia espiritual ha sido captada por la neurociencia; en particular la neurobiología. La base empírica de la inteligencia espiritual reside en las neuronas, específicamente en los lóbulos  temporales; se dice que se vive una experiencia de intensa alegría hacia temas espirituales. Esta zona ha sido identificada como punto divino.
La inteligencia espiritual se entiende también como la capacidad de estar en armonía con la totalidad generando sentido para vivir. Sobre todo, este tipo de inteligencia es el camino para desarrollar nuestra verdadera naturaleza: la espiritualidad, cuya esencia es el amor universal. Sólo a través de este tipo de inteligencia es posible resolver actualmente los problemas más graves de los seres humanos: el hedonismo (la adicción al placer de los sentidos) y el nihilismo (relativismo moral; nada es bueno o malo ). La inteligencia espiritual es la capacidad de resolver los retos de la vida sin crear sufrimiento en los demás ni en uno mismo; es reconocer y valorar la vida misma; que nos lleva a trascender la ignorancia y alcanzar la autorrealización.
Para Ramón Gallegos (2005), la inteligencia espiritual tiene las siguientes características: Por encima de todo, lo más trascendente de la inteligencia espiritual es la capacidad para ser feliz no a causa de las circunstancias, sino a pesar de las circunstancias.
La inteligencia espiritual sirve también para llegar al discernimiento a través del ojo del espíritu. Por el camino de la autoindagación es posible llegar al autoconocimiento y darnos cuenta de nuestra verdadera naturaleza.  Por medio del discernimiento es posible distinguir la visión no dualista de la visión dualista de la realidad. La realidad dualista es  una construcción mental, Una construcción social, Una construcción cultural. Es impermanente porque está en el tiempo y en el espacio; es insustancial porque la materia no existe; y es insatisfactoria, puesto que la felicidad no existe; en esta realidad no es posible la espiritualidad.  En cambio, la realidad no dual es  permanente; es imperecedera; tiene sustancia: el espíritu, y es satisfactoria: hay felicidad. (Gallegos, 2010)

Desarrollo de la Inteligencia Espiritual
La inteligencia espiritual se desarrolla practicando la concentración recta, las cual nos permite entrar en un estado meditativo. De esta observación concentrada surgen el bienestar, la paz y  la felicidad. En sí, la inteligencia espiritual se desarrolla practicando el óctuple  noble sendero, esta práctica implica el desarrollo moral, el desarrollo de la sabiduría y el desarrollo del autoconocimiento. Es la inteligencia del nivel superior que trasciende e incluye a los dos niveles inferiores: la inteligencia emocional y la inteligencia intelectual.
En fin, la práctica del noble sendero, es la inteligencia espiritual en uso; es el camino espiritual para dar con la medicina que necesitamos para terminar con nuestro sufrimiento. Y el lugar donde se encuentra esta medicina es  nuestro propio corazón.

Inteligencias espirituales brillantes
En la vida real tenemos ejemplos muy claros de personas con una inteligencia espiritual desarrollada a muy alto nivel. Además de un buen número de maestros espirituales, podemos citar el caso de políticos integrales o políticos de la compasión, quienes, a través de prácticas de paz y no violencia, con el corazón por delante como su mejor arma, han sido capaces de realizar grandes obras en  beneficio de su pueblo. Como ejemplo, tenemos el caso de Mahatma Gandhi, que ayudó a su pueblo para el  logro de la independencia del yugo inglés. está el caso también de César Chávez, luchador incansable por la reivindicación  de los trabajadores del campo en EE.UU. en este mismo país está  el caso de Martin Luther King, en la lucha en contra de la discriminación racial. Tenemos también al  Dalai Lama, en su lucha por la libación de su pueblo a Nelson Mandela Primer presidente negro de Sudáfrica. Luchador incansable por la paz, la democracia y la justicia social. Sobre todo por la segregación racial hacia los negros. En México está el caso de José Vasconcelos fundador de la UNAM, inspirado por la encomienda de que “por mi raza hablará el espíritu”.
Producto de su lucha por el bien de todos, estos grandes hombres nos han heredado hermosos pensamientos que reflejan sus corazones pletóricos de amor.
“hemos aprendido a volar como los pájaros, a nadar como los peces; pero no hemos aprendido el sencillo arte de vivir como hermanos”. (Luther King).
“Todos tenemos el poder de ser o hacer algo maravilloso…el poder así entendido está al alcance de todos; en realidad es el poder de ser felices”.(Thich Nhat Hanh).
“La esencia de la no violencia es el amor”. Thich Nhat Hanh
“Desarrollo espiritual en el sentido simplemente de tener un corazón bueno y compasivo”. (Dalai Lama)
“sólo dando tu vida la puedes encontrar”  (César Chávez )

Inteligencia espiritual y educación
Según el concepto que tengamos de inteligencia guiaremos nuestros sistemas educativos. La inteligencia espiritual es la única que nos hace honestos, por eso debe ser el centro de toda educación verdadera, una educación que no promueve la inteligencia espiritual no pasa de ser una simulación; por eso es el centro de la educación holista. dentro de la educación, lo más  importante es que aunque la espiritualidad no puede ser enseñada académicamente, si puede estar en toda actividad ya sea académica, artística o de otra índole, basada en valores espirituales y en principios de unidad, interdependencia, así como diálogos holistas, platicas espirituales, lectura sagrada, poesía mística oriental y/u occidental, campamentos donde los niños sientan su relación con el planeta y con el universo (Gallegos, 2003).
Dentro de la educación, el amor universal es central porque el conocimiento académico es importante pero nunca suficiente para un comportamiento responsable. La educación holista es el reconocimiento de este amor universal como realidad educativa fundamental (Ramón Gallegos, 2003)
En México, tenemos el caso de Vasconcelos, creador del sistema educativo nacional. Al fundarlo pronunció que la educación en nuestro país debería estar cimentada por el único material resistible a todo como lo es el amor universal; porque sólo el amor entiende, y por eso, sólo el amor corrige. Las siguientes palabras forman parte de algunos de sus discursos estando a cargo de lo que actualmente es la Secretaría de Educación Pública: “Se requiere de una auténtica revolución educativa que llegue por fin a los espíritus. Sin embargo, lo primero que hay que cambiar es nuestra disposición hacia la vida. Sustituyendo el encono con la disposición generosa. Es necesario revalorar la cultura, devolviéndole a la humanidad la fe perdida; la tarea es impulsar a todos, hombres y mujeres,  niños, jóvenes y adultos a  una lucha común hacia el desarrollo de una actitud con sentido  planetario que nos haga vernos como hermanos a pesar de todas nuestras diferencias. Necesitamos aprender a practicar la solidaridad y la fraternidad sin distinción de clases sociales, de inclinaciones políticas y de credos religiosos. Lo difícil de nuestra realidad requiere ahora de una verdadera reforma, que debe partir desde nuestra propia conciencia. Yo sólo sé que el milagro del espíritu no reconoce límites”

El educador holista
Para impulsar el desarrollo de la inteligencia espiritual dentro de la escuela, se requiere de educadores  holistas. Un educador holista es consciente de la práctica integral; de que no es suficiente con tener una teoría, porque esto es apenas una parte; la otra mitad es una práctica realmente educativa impregnada de espiritualidad. La integración de ambas es lo que hace posible realmente una educación integral.
Para la realización de la educación holista se consideran cuatro niveles de apropiación: primer nivel, es el interés por conocer qué es la educación holista; segundo nivel, es el de la información para saber de qué se trata; tercer nivel, es el del conocimiento. Entendimiento a profundidad del sentido y de las bases, principios estrategias y expectativas. Cuarto nivel, es el de la sabiduría; la transformación de nuestra propia conciencia a través de la experiencia directa de la espiritualidad; este es el nivel hasta el que debe llegar todo educador holista, como base para proyectar a los estudiantes hacia el desarrollo de la inteligencia espiritual.

Conclusiones
Hoy por hoy, la humanidad  ha propiciado un ambiente muy difícil para tener una vida digna en forma colectiva, a tal grado que ya no sólo es difícil vivir con dignidad, sino que hemos llegado como sociedad a un alto grado de autodestrucción, al punto de poner en riesgo la propia sobrevivencia del planeta. Todo esto debido a una serie de  errores que en el fondo tienen como motivo nuestra visión errónea de la realidad, causada el uso limitado de la inteligencia. De los tipos de inteligencia de que se habla en el presente ensayo, principalmente se hace uso de la inteligencia racional y emocional, así como de las inteligencias múltiples, pero si queremos aspirar a mejores formas de convivencia y que remos ser realmente felices, necesitamos hacer uso, sobre todo, de la inteligencia espiritual. Sólo a través de la inteligencia espiritual será posible alcanzar nuestros anhelos de “ser felices, no a causa de las circunstancias, sino, a pesar de las circunstancias”.

BIBLIOGRAFIA.
- Gallegos Nava Ramón (2000) El espíritu de la educación. Integridad y trascendencia en educación holista. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.
- Gallegos Nava Ramón (2001) La educación del corazón. Doce principios para las escuelas holistas. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.
- Gallegos Nava Ramón (2001) Educación holista. Pedagogía del amor universal. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.
- Gallegos Nava Ramón (2001) Una visión integral de la educación. El corazón de la educación holista. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.
- Gallegos Nava Ramón (2001) Diálogos holistas. Educación holista y filosofía perenne I. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.
- Gallegos Nava Ramón (2003) Aprender a ser. El nacimiento de una nueva conciencia espiritual. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.
- Gallegos Nava Ramón (2003) Comunidades de aprendizaje. Transformando las escuelas. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.
- Gallegos Nava Ramón (2003) Pedagogía del amor universal. Una visión holista del mundo. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.
- Gallegos Nava Ramón (2004) Sabiduría, amor y compasión. Educación holista y filosofía perenne II. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.
- Gallegos Nava Ramón (2004) El Camino de la filosofía perenne. Educación holista y filosofía perenne III. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.
- Gallegos Nava Ramón (2005) Educación y espiritualidad. La educación como práctica espiritual. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.
- Gallegos Nava Ramón (2007) Inteligencia espiritual. Más allá de las inteligencias múltiples y emocional. Fundación Internacional para la Educación Holista, Guadalajara.

RAMON GALLEGOS: INTELIGENCIA ESPIRITUAL Y EDUCACION HOLISTA.

FUNDACION INTERNACIONAL PARA LA EDUCACIÓN HOLISTA
Doctorado En Educación Holista

INTELIGENCIA ESPIRITUAL Y EDUCACIÓN HOLISTA
Wenceslao Ayala Haros, Guadalajara, 2010


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